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Herramientas de innovación

Kinder Garden: construyendo la cultura de la innovación en las empresas

Hay una gran cantidad de evidencias de que la Cultura de la Innovación es el principal motor de la innovación en la mayoría de las empresas. Para ello es fundamental la actitud de los líderes corporativos, puesto que su comportamiento marcará la actitud de las personas que lidere. El desafío está en cómo estos pueden construir y gestionar la cultura, sobre todo si no existe una tradición de innovar. Para conseguirlo se ha creado el “Kinder Garden”, una herramienta que ayuda a un equipo de alto rendimiento a validar un modelo de negocio, en 90 días y con un modelo de trabajo sistemático.

Se deberá establecer un timing semanal de, por ejemplo, 3 horas semanales, durante 3 meses para que el proceso sea efectivo y se pueda llegar al objetivo de 90 días para completar el proceso de validación. El objetivo con esta metodología es crear condiciones para que el resto de la organización quiera innovar por voluntad propia.

Retos, estrategia y equipo

El primer objetivo es definir los retos estratégicos de innovación de la empresa. Establecer las áreas en las que se van a centrar los esfuerzos de exploración de ideas y generación de modelos de negocio, que puedan convertirse en proyectos reales. Será el equipo de liderazgo el encargado de llevar a cabo este trabajo, puesto que los retos estratégicos de innovación están íntimamente ligados a las oportunidades de negocio. Para que sea efectivo lo ideal es que se marquen un máximo de 3 retos para los próximos 2 años. Ahora es momento de dar un paso más para implantar la innovación ágil en la empresa, respondiendo a dos preguntas:

¿Cómo lo voy a hacer?

Se debe decidir cuál será la estrategia de innovación que se quiere seguir, en que se van a invertir los recursos ¿Innovación abierta o cerrada? ¿Apuesto por la innovación incremental o radical? ¿En qué me voy a centrar: productos, procesos, organización, marketing, modelo de negocio?

¿Quién lo va a hacer?

Para seleccionar las personas que van a participar, lo que da mejor resultado es pedir voluntarios. En todas las empresas hay gente con una mente inquieta y dispuesta a hacer actividades nuevas a las que les puede motivar un reto de este tipo. 

Es interesante que colaboren en el equipo personas de diferentes departamentos ya que al reunir visiones y pensamientos distintos, aumenta la posibilidad de que se llegue a soluciones innovadoras. 

 

Explorar oportunidades

Una vez que se tiene claro a dónde se va, qué se busca y quién lo va a hacer, es momento de ponerse manos a la obra. Antes de comenzar a crear las primeras ideas hay que explorar, y para ello se pueden aplicar diferentes herramientas que facilitarán el trabajo.

Consiste en mover personas de un área a otra, para ver de otra forma los problemas a solucionar. Por ejemplo, llevar a gente de operaciones a visitar a clientes o a observar el comportamiento de compra. Son personas que no están viciadas y, con cierto conocimiento, pueden ofrecer visiones completamente diferentes del problema, que ayuda a disparar la creatividad.

Realizar el análisis de la curva de valor de la empresa y de la industria puede ayudar a identificar huecos estratégicos. Necesidades no cubiertas, sobre las que poder crear nuevos productos y servicios. Se trata de dar tres pasos atrás y analizar el problema.

Cuando se busca atacar problemas de usuario, en una estrategia market pull, es importante conocer al máximo como es. Ponerlo en el centro del diseño de las soluciones, más allá de la tecnología de la que se disponga. Empatizar con él, observarlo y entender por qué se comporta así.

Generación de ideas y selección de las más potentes

En la metodología del Kinder Garden, se debe hacer una sesión específica de creatividad, en la que se generan nuevas ideas, aplicando diferentes técnicas.

A partir de las ideas que han surgido, se seleccionan las que tengan más potencial. La forma más sencilla de hacerlo es en dos fases:

Se trata de quedarse con 2-3 ideas máximo, con las que empezar a trabajar. Para llegar a esta conclusión se pueden usar diferentes métodos:

Votación individual de los miembros del equipo

Agrupación de ideas individuales para construir algo más grande

Consenso entre el equipo

Crowsourcing, sacando las ideas fuera del equipo

En el Kinder Garden, cualquier idea que pase hacia adelante debe ser capaz de construir un modelo de negocio hipotético de cómo generará valor / ingresos.

Validación y prototipado: problema y solución

Llegados a esta fase, es el momento de validar los diferentes ámbitos que influyen a nuestro proyecto y detectar si realmente soluciona algún problema y es posible llevarlo a cabo en el mercado al que va dirigido.

Validar el problema

Se trata de conocer de primera mano a los usuarios potenciales de nuestro producto, para que nos confirme si el problema que nosotros pensamos que tienen es real.

Esto se hace a través de entrevistas en las que se refleje cuál es su problema y profundice en conocerlos, para saber cómo se informan, cómo deciden comprar y si estarían dispuestos a hacerlo.

Validar el mercado

Muchas veces, una buena idea no es un buen negocio, ya que para el éxito es necesario que diferentes variables se ajusten para que sea posible llevar a cabo el proyecto. El hecho es saber detectar si realmente nos interesa invertir tiempo y recursos en un nicho con un problema, pero de un tamaño muy reducido, por ejemplo.

Validar el mercado

El último paso es construir un prototipo mínimo viable, para poder enseñar a los clientes potenciales. Se trata de fijar reuniones o lanzar pruebas de “concepto” a usuarios reales, para aprender lo máximo posible sobre el uso que hacen de él, cómo lo utilizarían, que mejorarían…

Como decíamos al principio, el proceso de Kinder Garden termina a los 90 días. Llegado este momento, puede ser que se haya validado el modelo de negocio o no. Puede que decidas pivotar, cambiar alguna de las variables y volver a probar.

El aspecto más importante es ser capaces de ser objetivos, y si en 3 meses de trabajo intenso la idea no pinta bien, directamente se opte por descartarla. Sólo así será posible crear un proceso de gestión de ideas ágil, realmente útil para la organización. Herramientas como Kinder Garden son de gran ayuda para ayudar a agilizar la innovación, pero sin duda la clave está en la voluntad de construir y liderar la cultura innovadora por parte de los líderes en nuestras empresas.

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