Roc Fages
Innovation Consultant
La generación y distribución de energía están en pleno centro de la revolución sostenible y digital. Las startups tienen mucho que decir, sobretodo en las tecnologías vinculadas a los servicios alrededor de la generación y distribución energética.
A su vez, ha entrado en juego la lucha contra el cambio climático, que aplica a todo aquello que pueda generar emisiones contaminantes. El camino hacia las energías limpias es la guía a considerar. De momento, la Unión Europea ya se ha puesto a la cabeza para liderar globalmente el modelo de un mundo descontaminado, con el Pacto Verde Europeo de la nueva Comisión Europea.
La situación energética actual
Los datos actuales de la Agencia Internacional de la Energía (IEA) en su World Energy Outlook de octubre de 2020 indican que la demanda energética caerá un 5% (un punto menos que lo que decían en abril), y que las emisiones de CO2 se reducirán en un 7% (un punto menos también que en abril. El efecto de la pandemia es la principal razón. De hecho, dice la IEA, esa reducción tendrá efectos duraderos. A su vez, se vislumbra el fin del crecimiento del petroleo.
Es interesante aquí tener en cuenta otros datos de la IEA. Por un lado, se indica que las energías renovables serán las únicas que crecerán en 2020. Pero, además, las energías descarbonizadas superarán a las fósiles -carbón. Solo las renovables y la nuclear generarán el 40% de la electricidad mundial, 6 puntos más que el carbón.
De hecho, en el Anuario Estadístico Energético 2019 de Repsol las renovables y la nuclear están a punto de superar al carbón. Así, el mix energético mundial en 2018 era: Carbón 38%, Gas 23%, Energías Renovables 26%, Nuclear 10% y Petróleo 3%.
Las acciones hacia la energía limpia se enmarcan en los Acuerdos de París de 2016, bajo la Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático COP21 donde se fijaron los compromisos de los países para reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático.
En la reciente sesión de la misma Conferencia en Madrid, la COP25, se visualizó poco compromiso de las grandes potencias mundiales como los Estados Unidos, China y Rusia para seguir en la consecución de lo pactado en París. Es aquí cuando tomó fuerza el posicionamiento de la Unión Europea con su nueva Comisión presidida por Ursula von der Leyen. La UE quiere ser la líder mundial en protección medioambiental y, a su vez, en sostenibilidad para el propio desarrollo económico. Esta es la primera prioridad en su agenda política de los próximos 5 años. Se ha materializado en el Pacto Verde Europeo.
Pacto Verde Europeo y la energía
El Pacto Verde Europeo, como explica muy detalladamente el director general de Medio Ambiente de la Comisión Europea, Daniel Calleja, promueve una ambiciosa agenda económica, industrial, ecológica y social bajo el concepto de la sostenibilidad. Uno de sus ejes es potenciar una energía limpia, asequible, eficiente y segura.
Los otros grandes ejes son: ser un continente con cero emisiones en 2050, potenciar la economía circular, preservar y restablecer la biodiversidad, disponer de un sistema alimentario saludable y respetuoso con el medio ambiente, y acelerar la transición hacia una movilidad sostenible e inteligente.
Energía limpia
Cero Emisiones en 2050
Biodiversidad
Alimentación sostenible
Movilidad sostenible
Volviendo al ámbito energético, el Pacto Verde Europeo quiere descarbonizar definitivamente el sector de la energía. En el informe sobre el sector energético de Peninsula se indica que llegar a las cero emisiones en 2050, ser un continente neutro de contaminación, pasa por potenciar las energías renovables y el hidrógeno verde.
La realidad es que el sector de las renovables aumenta y cada vez lo hace más con los proyectos de autoconsumo. La energía solar fotovoltaica tiene mucho que decir en este campo. Y, en el autoconsumo, los servicios necesarios para que el consumidor final pueda aprovecharlo son básicos. Esos servicios alrededor de todo lo que concierne a la generación y distribución energética son un foco muy potente para las startups, además del de las propias tecnologías para la producción.
Servitización, startups y energía
Los servicios alrededor de la oferta es algo que ha trascendido a la relación con los consumidores finales. Ya hay servicios en sectores industriales con clientes que son otras empresas. Lo que se conoce, pues, como servitización se integra tanto en el B2C como en el B2B.
Esa servitización se incorpora también en el sector energético, gracias a la digitalización, y con las startups como protagonistas para aplicarla. Así, el boom digital con la aplicación de la Inteligencia Artificial, el Internet de las Cosas (IoT), el Big Data, la Realidad Virtual o la Realidad Aumentada, entre otras tecnologías, harán rediseñar el sector de la energía con soluciones tanto para la experiencia del usuario (B2C) como para las propias empresas (B2B).
Así, en cuanto a los servicios en el B2C, se ayudará a los consumidores en el campo del autoconsumo. Las empresas comercializadoras de energía tienen una enorme experiencia en las necesidades del consumidor. Esa fidelización se puede reforzar con, precisamente, ayudarles a saber gestionar correctamente el autoconsumo y, sobretodo, la venta a la red de la energía sobrante.
Si, como hemos explicado en Peninsula en artículos recientes, ya hay servicios al consumidor alrededor de las finanzas o del sector inmobiliario, lo mismo ocurre en el ámbito energético. Esta actividad de monitorización del consumo energético tiene un valor extremo para poder llegar a ofrecer servicios personalizados de consumo de energía en el contexto de sostenibilidad y descontaminación que potencia la UE y, cada vez más, el resto de países de todo el mundo. Lo mismo ocurre con el concepto de casa inteligente y de, a gran escala, ciudades inteligentes. Cómo no, aquí entra el gran valor de la economía colaborativa con, por ejemplo, servicios compartidos de carga eléctrica entre usuarios.
En cuanto a los servicios en el B2B energético, aquí hay un enorme campo en la captación y la gestión de datos tanto en la producción como en la distribución de energía. En el campo de la producción, podemos abordar grandes oportunidades con soluciones proporcionadas por startups en toda la cadena de valor de la producción: infraestructuras, tecnologías y producción en sí de la propia energía.
Hay otro fuerte campo de aproximación, muy acorde con la sostenibilidad, en los servicios derivados de la producción energética. La IoT, la IA y los datos captados pueden servir para un mantenimiento eficiente y sostenible de las plantas productoras -¿cabe, por ejemplo, que los operarios revisen cada molino eólico si con un sensor y un dron se pueden automatizar esas tareas para que los operarios hagan servicios de valor añadido?.- además de otros ámbitos de actuación.
Este último es solamente un ejemplo de las enormes posibilidades que se abren. Las corporaciones y las empresas del sector energético tienen el punto de mira en las startups para activar soluciones en este mercado tan trepidante. Ahora, además, deben hacer un alto en el camino para visualizar el concepto de sostenibilidad ante la emergencia climática. La Unión Europea está a la cabeza en la parrilla de salida. Es una oportunidad que no se debe dejar perder.