Jordi Llonch
Innovation Strategy Consultant
A lo largo de los años, las personas hemos evolucionado, pero también nuestros espacios. Lo que empezó configurándose como campamentos nómadas, años después se acabaría convirtiendo en pequeños pueblos y, ahora, grandes ciudades. Cada una de estas etapas en la historia han comportado una serie de aspectos positivos, pero también negativos que han afectado de forma global a la humanidad. Aspectos negativos que hemos sido capaces de superar utilizando la innovación, con los recursos de que hemos dispuesto a cada momento.
Hoy, el 2% de la superficie del planeta alberga al 50% de la población total, la cual habita en las ciudades. En ellas se consume el 75% de la energía producida y se genera el 80% de las emisiones a escala global. Este es el problema que caracteriza la época que nos ha tocado vivir y, a partir del cual, han surgido las Ciudades Inteligentes, que están compuestas por otros pequeños fragmentos que se encargan de la gestión de cada uno de los apartados más importantes de la ciudad. Pero, ¿quién se encarga del tráfico y la movilidad de las personas? Ahí es dónde entra la Movilidad inteligente, conocida con el anglicismo Smart Mobility.
¿Qué es?
La Smart Mobility es una nueva forma de pensar, a través del uso de la tecnología, en cómo nos movemos, convirtiendo nuestra movilidad en una acción más limpia, más segura y más eficiente. Con la movilidad inteligente llega la reducción de las emisiones y la minimización de los accidentes.
El concepto de Smart Mobility incluye una amplia gama de modos de transporte: patinetes, bicicletas (normales, eléctricas, plegables), autobuses, trenes ligeros, metros, tranvías, taxis, vehículos autónomos, caminar… la lista no deja de crecer con la ventaja de que, ninguno de los vehículos que aparecen en la lista deben ser de un propietario particular, como pasa con los coches, sino que pueden ser vehículos que se comparten entre los habitantes de la ciudad, facilitando así la accesibilidad a ellos por su bajo coste.
Sus objetivos
Esta variedad dentro de una plataforma de Ciudad Inteligente recoge tres ámbitos principales que busca mejorar: medio ambiente, mejorar la eficiencia en el consumo energético; economía, maximizar la productividad; y sociedad, aumentar la calidad de vida para el ciudadano. Ahora bien, dentro de los tres grandes ámbitos que busca mejorar, la Smart Mobility tiene unos objetivos más concretos:
Reducir el impacto medioambiental
Mejorar la organización del transporte público
Controlar el tráfico
Dar importancia al ciudadano en el ámbito de la movilidad
Optimizar las plazas de aparcamiento y su gestión
Gestionar semáforos, señalética y paneles de información
Tendencias en la Smart Mobility
Movilidad compartida y movilidad como servicio
Cada vez irrumpen en el mercado más servicios de movilidad compartida como pueden ser: compartir coche, compartir moto, compartir bicicleta, compartir viajes, etc. A través de aplicaciones móviles, conductores y pasajeros pueden buscar trayectos disponibles y medios de transporte con asientos libres. Una fórmula sencilla que posibilita que varias personas viajen en un mismo vehículo para llegar a un destino común.
El concepto de movilidad como servicio, por su parte, supone la combinación de estas tendencias con el transporte público. Gracias a la tecnología, ofrece opciones de movilidad puerta a puerta sin la dependencia del vehículo privado al combinar las distintas opciones de movilidad tanto públicas como compartidas.
La conducción autónoma
En los últimos años se ha experimentado una gran evolución en los nuevos modelos de vehículo, apareciendo los coches eléctricos, que cada vez más vienen equipados con inteligencia artificial y que les conecta entre sí.
En España actualmente ya se pueden ver circulando vehículos de conducción autónoma de nivel dos, siendo capaces de mantenerse en el centro del carril, respetar la distancia de seguridad, la velocidad máxima permitida e incluso frenar en caso de peligro de colisión. Haciendo así que la circulación por dentro de la ciudad se convierta en una práctica mucho más segura y sostenible, ya que reduce la tasa de riesgo de accidente y también la emisión de CO2. En materia de conducción autónoma hay muchas iniciativas desarrollándose, todas ellas integradas en las investigaciones vehicle to everything, incluyendo en ellas las conexiones del automóvil con el peatón, las comunicaciones vehículo a vehículo, o coche con infraestructura.
Los aparcamientos conectados
Gracias al 5G y el uso de sensores, a través del Internet de las Cosas, se han desarrollado propuestas de aparcamientos conectados, que reportan información directamente al ciudadano a través del móvil. El objetivo es implantar parkings inteligentes basados en el control de afluencia mediante cámaras con analítica integrada, que permitan la visualización y el análisis de datos en tiempo real a modo de poder ofrecer la información a los usuarios de la forma más precisa posible.
La gestión de tráfico inteligente
Muchas ciudades del mundo ya han optado por una red de infraestructuras, que basándose en la tecnología y la gestión de datos masivos, permitan una gestión en tiempo real y de forma eficiente del tráfico rodado de las urbes. Con el objetivo principal, de buscar el ahorro energético gracias a la instalación de sistemas como pasos de cebra o señales lumínicas inteligentes.
Una gran variedad de startups han buscado la forma de hacer de la conectividad y la inteligencia artificial sus aliadas para crear soluciones de movilidad inteligente de los municipios. Por ejemplo, Interlight, una empresa cordobesa de base tecnológica, ha desarrollado un sistema enfocado a reducir el número de atropellos. Esta startup crea sistemas que dotan de luz e inteligencia a las señales horizontales. Actualmente trabajan además en semáforos inteligentes en el asfalto para carriles bicis que se encienden al detectar vehículos o peatones.
Startups en la Smart Mobility
Iomob ofrece una solución MaaS (Mobility as a Service, por sus siglas en inglés, o movilidad como servicio) descentralizada, abierta e interoperable para los principales actores de la industria del transporte que permite una integración perfecta entre la movilidad pública y privada.
Hoop Carpool optimiza la tasa de ocupación de los vehículos, reduciendo la cantidad de coches en las carreteras y mejorando la calidad de vida en las ciudades y su periferia. La startup conecta conductores y pasajeros que tienen orígenes y destinos comunes para que puedan compartir viajes al trabajo, universidad, o en cualquier lugar de la ciudad.
Place to Plug desarrolla una plataforma para toda la industria de carga de vehículos eléctricos y conecta a conductores y estaciones de carga de vehículos a través de un ecosistema de aplicaciones y servicios impulsados por la cadena de bloques (blockchain) y la inteligencia artificial.
Sideways ofrece una silla de ruedas con inteligencia artificial que escanea los pasos de peatones y los ralentiza para hacerlos más seguros para sus usuarios. Cuenta con una tecnología patentada que permite a la silla moverse en cualquier dirección, revolucionando la movilidad en interiores.
SmartMonkey planifica las entregas de manera eficiente y precisa extrayendo conocimiento de conductores experimentados que utilizan inteligencia artificial. Optimiza las rutas en tiempo real y aumenta la eficiencia de las empresas gracias a la precisión de los datos obtenidos.
La apuesta e inversión en este tipo de tecnología es imprescindible en el mundo en el que vivimos, ya que es la solución a mejorar nuestro nivel de vida y además necesario para solucionar cuestiones tan determinantes como la contaminación y conseguir un desarrollo sostenible de las ciudades. La Smart Mobility ha llegado a nosotros como herramienta para caminar hacia el futuro, y ahora es opción nuestra implementarlo.