Hoy en día las innovaciones permiten a las empresas desmarcarse de sus competidores ofreciéndoles una ventaja competitiva. Es muy habitual que por miedo a poner en peligro esta ventaja, muchas empresas tratan de mantener sus actividades de investigación y desarrollo lo más secretas posible.
Sin embargo, vale la pena comunicar las invenciones abiertamente e involucrar a portadores de ideas externos abriendo así el campo de visión y aumentando la calidad de los proyectos. Desarrollar innovaciones requiere creatividad, conocimientos y rapidez.
Estas competencias no siempre están suficientemente disponibles en la propia empresa o incluso en el propio departamento de investigación y desarrollo, al mismo tiempo, el cambio técnico requiere que las innovaciones se coloquen en intervalos cada vez más cortos. Y los clientes de hoy piden cada vez más soluciones completas que una empresa por sí sola difícilmente puede desarrollar.
Esta situación presenta a las empresas un reto que pueden enfrentar de dos formas distintas. La primera es aumentar gradualmente la inversión en su propio departamento de investigación y desarrollo, y si no tiene los recursos necesarios puede involucrar a proveedores de ideas externos en la búsqueda de nuevas ideas. Muchas empresas no están dispuestas a pagar por esto, pero una cultura de innovación abierta vale la pena en la mayoría de los casos, ya que será lo que marque la diferencia entre ser una empresa modernizada y que satisfaga las necesidades de sus clientes o ser una empresa que acabe desapareciendo con el tiempo.
Nuevas soluciones a través de nuevas perspectivas
La orientación de tus actos hacia la satisfacción de las necesidades del cliente a menudo es una tarea complicada, a lo largo del proceso es fácil perder la idea clara de cuál es el público objetivo al que vas dirigido y pensar desde su perspectiva.
Una cultura de innovación abierta permite incorporar muchas perspectivas diferentes en el proceso de innovación en una etapa muy temprana, el cliente pasa de cliente a co-diseñador. Al trabajar en red con los portadores de ideas externos y el grupo objetivo, la propia empresa evita el peligro de perder el rumbo de su idea.
Utilizando el espíritu de innovación desde el exterior
Todas las personas intentamos dar solución a algún problema que nos afecte a nosotros mismos, y las empresas también pueden aprovechar este impulso de mejorar las cosas. Por ejemplo, con la ayuda del método de Lead User, que involucra a portadores de ideas externos en el proceso de innovación para que pongan su granito de arena ya que son conocedores de una forma directa del problema que se está buscando solucionar. Estos usuarios tienen dos características principales:
- Ya tienen necesidades o requisitos que otros participantes del mercado no tienen.
- Los usuarios Lead se benefician enormemente de una innovación para ellos mismos. Algunos de ellos ya están trabajando ellos mismos en una solución.
Ambos, especialmente el último, aseguran la motivación ante el proyecto planteado ya que pone solución a un problema que le afecta de forma directa. En muchos casos, ni siquiera esperan un retorno por su creatividad; después de todo, también se benefician de la nueva solución.
Nueva área de aplicación de innovaciones propias
Desarrollar innovaciones de una forma estratégica es de enorme importancia, ya que de lo contrario, una empresa corre el riesgo de que su propio éxito empresarial pueda depender de descubrimientos accidentales. Sin embargo, una nueva tecnología a menudo se puede utilizar no solo para el propósito previsto, sino también para uno completamente diferente.
Una cultura abierta de innovación involucra a muchos portadores de ideas externos en la búsqueda de nuevas aplicaciones y, por lo tanto, de nuevas oportunidades comerciales. Un ejemplo claro de cómo esto puede funcionar lo proporciona el operador de telefonía móvil T-Mobile Austria. La empresa ha desarrollado una tecnología de transmisión especialmente diseñada para Internet de las cosas (IoT) y la ha estado suministrando a toda Austria desde junio de 2018.
Con el fin de desarrollar aplicaciones prácticas que también se pueden utilizar para crear modelos comerciales viables, T-Mobile Austria organizó una hackathon y un programa de prototipos en el que podrían participar empresas externas. Incluso antes de que la red NB-IoT estuviera disponible en toda Austria, T-Mobile Austria pudo utilizar este método para presentar aplicaciones prácticas. Esto aumenta las posibilidades de que la invención también se utilice y se amortice en consecuencia.
Las ideas del grupo objetivo aseguran las ventas
Y como último punto, hay que tener claro que las invenciones sólo tienen éxito cuando se necesitan. A veces, el grupo destinatario ni siquiera es consciente de sus propias necesidades concretas. Como ejemplo se podría poner el caso de Apple, ¿quien sabía que el Iphone iba a ser una necesidad para la gente? Hoy en día, estos dispositivos se han convertido en productos necesarios para muchas personas. Este ejemplo muestra que a menudo no es suficiente preguntar a los socios comerciales o consumidores lo que quieren.
Es más eficaz involucrar a los clientes en una etapa muy temprana del proceso de innovación, ya que sus ideas enriquecen la innovación en sí misma o muestran otras formas en las que se puede utilizar una nueva tecnología. En cualquier caso, una invención en la que hayan participado los futuros compradores tiene más posibilidades de convertirse en un éxito de mercado.
Atención al síndrome de no inventado aquí
Una cultura de innovación abierta ofrece muchas oportunidades para mejorar de manera decisiva la gestión de la innovación y sus resultados, sin embargo, solo funciona si la dirección no se olvida de llevar a toda la empresa con ellos en este viaje.
Toda la fuerza laboral tiende a crear barreras a las ideas externas, después de todo, cada empleado se define a sí mismo a través de la creatividad y las ideas que aporta a la empresa. Es por eso que si tiene la sensación de que su CEO solo depende de impulsos externos para desarrollar proyectos de los que depende el futuro de la empresa, se puede llegar a sentir poco valorado.
Es absolutamente comprensible que los empleados en esta situación descarten las ideas del exterior como malas y las movilicen contra su realización. A esto se le conoce como “Síndrome de lo no inventado aquí” (NIH) a menudo ha llevado a ideas prometedoras al fracaso y finalmente no logran llegar al mercado.
Este síndrome, que en última instancia es muy costoso para las empresas, puede superarse si “Innovación abierta” también se entiende como algo interno. Pero esto es algo que comienza en el nivel gerencial, si un gerente no solo se basa en sus propias ideas, sino que también implementa las de los demás, los empleados también reducirán su umbral de inhibición contra los impulsos externos. Involucrar a tantos empleados como sea posible en las actividades de Innovación Abierta es un paso más en la lucha contra el NIH.
Un contacto personal con portadores de ideas externos promueve la aceptación de sus contribuciones creativas, porque estas ya no provienen de una persona completamente desconocida. Además, estas discusiones también estimulan la creatividad de los propios empleados y su deseo de formular ideas.
Las empresas de hoy son mucho más dependientes de la innovación para el crecimiento sostenible que hace unos años. Al mismo tiempo, cada vez es más difícil para las empresas inventar algo nuevo, y en intervalos cada vez más cortos. La Innovación Abierta permite utilizar los recursos necesarios, pero también otras perspectivas de portadores de ideas externos.
Al mismo tiempo, una cultura de innovación abierta solo funciona si todos los empleados de una empresa participan en este viaje. De lo contrario, los NIH darán lugar a que queden muchos buenos enfoques en el cajón.
